Nunca olvidaré octubre de 2015, cuando ingresé 21 días en un
hospital psiquiátrico. Hecho que me hizo vivir momentos buenos a recordar y
otros mejor olvidar aunque jamás suceda. Cómo olvidar aquella sensación
de inmovilidad y de opresión al atarme en la cama. NUNCA.
Ingreso que sólo me dio resultado en un cambio de medicación sin
mejora alguna.
A pesar de ello, el tiempo me ha hecho ser fuerte y más con
vivencias de éste calibre. Quiero resaltar el poder conocer a otras personas
que han vivido situaciones parecidas, el tener el apoyo de determinados
profesionales y el poder hacer actividades en ADEMM me han hecho potenciar
lo mejor de mí. Potenciar aquello que durante 21 días estaba totalmente ahogado
y, ahora me han ayudado, haciéndolas resurgir.
Impactante y muy conmovedor!! Fuerza y ánimos a todas aquellas personas que hayan vivido una situación de ésta magnitud.
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